El peso del humo

Nunca he sentido esa erótica del acto de fumar. Entiendo el mecanismo de porqué se comienza a fumar, sobre todo en la adolescencia para reforzar el sentimiento de madurez, de rebeldía. Y reconozco que el tabaco ha sido un personaje imprescindible en la iconografía del cine negro, o sin ir más lejos en la estupenda serie Mad Men de la que ya hablé en otra entrada (se comenta que en los 85 episodios de la serie, los personajes se fuman 942 cigarrillos y 18 porros, mira que también contarlos, hay gente muy perjudicada). Pero este post no va de fumar, ni del tabaco, reconozco que me gusta jugar al despiste, aunque al final todo está relacionado, ya veréis. Para los cinéfilos la foto de cabecera es una enorme pista. ¿Cuanto pesa el humo?…

Se puede ser más cool?

Escribía el poeta y psicólogo sueco Tomas Trastomer:

«A veces, mi vida abría los ojos en la oscuridad. 
Una sensación como de multitudes ciegas e inquietas, 
que pasan por las calles camino de un milagro, 
mientras yo, invisible, permanecía inmóvil.»
 

En el año 1995 se estrenó la película «Smoke» (no doy más referencias técnicas, y aquel que le interese puede bucear por internet, es un ejercicio magnífico para ejercitar la curiosidad). La película se basa en un relato corto de Paul Auster titulado «el cuento de navidad de Augie Wren» (Augie es el estupendo Harvey Keitel). La historia es muy sencilla, es la vida entrelazada de varios personajes que pasan por la tienda de tabaco (estanco en castellano) que regenta Augie.

De la banda sonora de «Smoke»

El tal Augie aparentemente es un tipo corriente, pero realmente es un «personaje». Yo utilizo esa palabra para describir a alguien que, no aparentando gran cosa, esconde un bagaje personal fuera de lo común, pero se refugian bajo el aspecto de alguien corriente o poco llamativo (ya contaré en algún post la vida de algún «personaje» que he tenido la suerte de conocer). Él es el eje vertebrador de toda la historia, y hay un momento realmente excepcional en la película, en la que descubrimos parte de lo que Augie esconde.

Impresionante

Ahí está el alma de alguien que puede captar los sencillos, e imperceptibles detalles de la vida, que fluye día a día ante nosotros, sin que muchas veces seamos conscientes de ello. Tomas Trastomer lo describe mejor que yo, la verdad.

Esta historia de la serie de fotografías en la película, la he vuelto a recordar al leer la historia de una fotógrafa profesional norteamericana, que se dedicó a sacarle una fotografía cada día a su marido mientras él estaba sufriendo una grave depresión. Dicho trabajo lo recogió en una obra titulada The Sea That Sorrounds Us, se llama Maureen R. Drennan, y el objetivo de dicho trabajo era conectar con el abismo interior de su marido, intentando difuminar las lineas del tiempo y el espacio.

Christmas in Montreal

El propio Paul Auster en una entrevista, comentó a propósito de la película: «quería hacer algo muy sencillo, sobre gente absolutamente corriente. Sin embargo, Smoke es una película bastante optimista. Es verdad que aparece gente un tanto angustiada, perdida, abrumada de problemas…como en la vida..Pero se da la circunstancia de que cada uno de los personajes trata de fomentar en el otro lo mejor que lleva dentro, lo que considera lo mejor. Se trata sencillamente de una manera determinada de abordar las cosas, los seres y la gente».

«En el siglo XVI Walter Raleigh, corsario, escritor, político y cortesano inglés introdujo el uso del tabaco en la corte de Isabel I. Cuenta una leyenda que la reina, de la que era un gran aliado, se convirtió en una fumadora empedernida, y un día Raleigh le propuso una apuesta a la reina, ya que se comprometió a pesar el humo. La corte se rió de tan absurda propuesta, y Raleigh cogió un cigarro y lo pesó en una balanza. Con mucho cuidado se lo fue fumando, y dejando caer la ceniza en la balanza. Una vez terminó de fumar, comprobó lo que pesaba la ceniza, y lo restó del peso inicial del cigarro, y ese era el peso del humo»

Esa historia forma parte de la película Smoke, y en palabras de nuevo de Paul Auster » No se trata únicamente de una referencia al tabaco. El significado es múltiple. SMOKE evoca una sustancia que no se puede tocar. Es una metáfora con la que se intenta transmitir lo que puede pasar y ocurrir entre la gente. » Me gusta mucho todo aquello que se oculta tras lo más sencillo y aparente, la esencia de las cosas, los pequeños grandes detalles, impeceptibles para la gran mayoría de la gente.

Para terminar esta loa (que no lo es) al tabaco y al humo, os dejo una historia corta incluida en la película «Coffe and cigarretes» (2003) del gran Jim Jarmusch. No tiene desperdicio por los dos protagonistas, y lo que cuentan.

Dos PERSONAJAZOS

Y un regalo de este monstruo.

3 respuestas a «El peso del humo»

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