El ruido y la furia (la belleza del mal)

Nuremberg (1934)

El título de este post está tomado de un libro de William Faulkner, escritor norteamericano premio nóbel de literatura en 1945. Reconozco que no he podido leer nada completo de él, llevo en el móvil descargado El Villorrio (y es un pelín coñazo, aridíllo de narices). El título del libro hace referencia a una obra de Shakespeare «Macbeth», concretamente a un trozo de diálogo de un personaje que dice «…y después ya no se escucha más. Es un cuento /relatado por un idiota, lleno de ruido y furia…». Pero como muchas veces en este blog estoy dando vueltas hasta llegar a donde quiero llegar. Por favor, una recomendación, no sólo os dejéis llevar por la foto principal, o el rollo cultureta de Falkner, la historia que voy a contar es «larger than life», algo así como más grande que la vida, tan increible que no parece cierta (para aquellos que no la conozcan). Pero lo fue….

Luces, cámaras, acción….

Ohhhhhh, un musical, nooooooooo!!!!! Un momento por favor, la estupenda película «Cabaret» (1972) del genial coreógrafo Bob Fosse, es (in my opinion) uno de los mejores musicales de la historia (ganó 8 oscars, menos el de mejor película). Se basa en una novela del escritor inglés Christopher Isherwood llamada «Adiós a Berlín» (1939) (esta sí me la he leído y es una maravilla). Donde se retrata la sociedad alemana en los comienzos del nazismo, y la vida que bullía en ciudades como Berlín (donde el autor vivió), y que abandonó por temor a los nazis.

Cuando Alemania era y no era una fiesta

El libro habla sobre un grupo de personajes, desarraigados, solitarios, en los bajos fondos berlineses de la época. Pero aparte de la calidad del musical y el libro, lo importante es el retrato social que hace de esa Alemania, que existió en el imaginario colectivo de un país. Aquí os dejo otra canción de la película, donde se cuenta el sentimiento que se vivía entre la gente de Alemania en aquella época, antes de que se abrieran las puertas del apocalipsis.

El que haya leído un poquito sobre la historia de Alemania, sabrá que tras la 1ª Guerra Mundial y el armisticio firmado por los aliados y Alemania , este país tuvo que soportar unas condiciones de vida durísimas, que condicionaron a las generaciones que vivieron entre 1918 y mediados de los años 30. Eso unido a la complicadísima situación mundial (crack del 29, recesión), propiciaron el caldo de cultivo para las ideologías extremistas de derechas (fascistas), que en Alemania representó el nacional-socialismo. Recordar que Hitler fue un cabo de tres al cuarto que participó en la 1ª Guerra Mundial, y vivió todo ese proceso en primera persona.

Tras la primera guerra mundial se constituye en Alemania la República de Weimar, un periodo que abarca entre 1919-1933, de una gran turbulencia política, hasta que los nazis llegan al poder en 1933. Tras este momento, Alemania intenta recuperar su poderío y esplendor perdido tras la gran guerra, y uno de los acontecimientos más importantes fueron las olimpiadas celebradas en Berlin en 1936. Cuelgo un documenetal algo largo sobre ese episodio, pero muy interesante.

El régimen nazi realizó un enorme despliegue para que el evento fuera todo un éxito, y entre esos esfuerzos se encargó a una directora de cine que hiciera un documental sobre el evento.

Son diez minutos y es una auténtica maravilla, la verdad. Ahora estoy llegando al tema real del post. La realizadora del documental no era ninguna desconocida en Alemania, había sido actriz y era una afamada directora. Además era una mujer bellísima.

Entre 1925 y 1929 había trabajado en 5 películas de mucho éxito en Alemania, y en 1932 se pasó a la dirección con la «Luz azul», que fue premiada en el Festival de Venecia.

Una mujer talentosa e inteligente que se dejó embaucar por un discurso de Hitler en 1932, y ofreció todo su bagaje profesional al servicio del movimiento. El guante sería recogido por el mismísimo Hitler (prendado por su trabajo), y le ofreció la realización de la concentración del partido nazi en Nuremberg en 1933 y 1934.

También realizó en 1935 un documental para conmemorar el día de las fuerzas armadas. Así pues, cuando llegó la celebración de las olimpiadas de 1936, ya era una leal y reconocida colaboradora del régimen, y ella fue la encargada de ofrecer al mundo la imagen de esa Alemania esplendorosa.

Luego ya conocemos todo lo que pasó, las puertas del infierno se abrieron hasta que los muertos deambularon por la tierra a millones.

La hermosa letra de la canción Lili Marlene (tomada de un poema escrito por un soldado en la 1ª Guerra Mundial.)

Frente al cuartel,delante del portón,había una farola,y aún se ubica allí.Allí volveremos a encontrarnos,bajo la farola estaremos.Como antes, Lili Marleen.

Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Leni Riefenstahl tuvo problemas en su vida privada por las persecuciones del régimen francés, que la dejaron en la miseria económica. En efecto, el gobierno francés se empeñó en enjuiciarla por su vínculo con los dignatarios del nazismo, confiscándole todos sus bienes. Incluso llegó a ser recluida en un manicomio como medio para «desnazificarla». Riefenstahl rechazó estar vinculada con el régimen nazi, aduciendo que sus películas y demás trabajos habían sido producto de un servicio profesional contratado y que ella había cumplido de acuerdo con las directivas nazis sin hacer una apología por convicciones personales.

Sin embargo, estas apologías aún son objeto de controversia debido al alto grado de vinculación que tuvo con los altos círculos nazis, y es un hecho que ella nunca pudo desprenderse del estigma del nazismo. Riefenstahl fue en un comienzo una negacionista ingenua del Holocausto, pero más tarde rechazó los horrores del nazismo. 

Finalmente, en 1948, fue eximida de cualquier culpabilidad y declarada como una simpatizante del nazismo; no obstante, el daño económico y moral ya estaba hecho. 

Para quien quiera conocer lo que pasó en Alemania tras la guerra, le recomiendo esta estupenda película actual.

A partir de los años 50, Leni se pasó a la fotografía e intentó explotar temáticas inéditas hasta entonces (sobre todo teniendo en cuenta los orígenes de su carrera). Destacan sobre todo la serie de fotografías que hizo del pueblo nuba en África.

Helene «Leni» Bertha Amelie Riefenstahl murió el 8 de septiembre de 2003, tenía 101 años. Es muy fácil hacer juicios cuando el tiempo ya ha pasado, pero debemos preguntarnos que hubiéramos hecho nosotros si hubiéramos estado en sus zapatos, la respuesta no es fácil. Había otros caminos, es verdad, y en otro post los recorremos. Pero la última pregunta, ¿todo lo ocurrido quita el valor estético a su obra?.

«Me fascina lo que es hermoso, fuerte y saludable, lo que es vivir. Busco armonía.»
Leni Riefenstahl

6 respuestas a «El ruido y la furia (la belleza del mal)»

  1. ¿Todo lo ocurrido quita el valor estético a su obra?.

    Quizá te importe poco mi respuesta, pero ante algo como lo que me has ofrecido, tengo que responder a tu pregunta rotundamente NO. Yo considero, quizá no esté en lo cierto porque no soy un especialista, que el valor estético no pierde.En todo caso, sí se podría aducir que,como seres sensibles, cuando dimensionamos las cosas desde el punto de vista moral o ético, sí se podría poner en cuestión por algo que se me ocurre.

    ¿Debe un artista que vive como el resto de la ciudadanía rechazar un sistema político o un gobernante porque establece leyes que discrimonan, porque crea y permite insituciones u organismo que reprimen a la parte que no piensa como ellos?

    ¿Conocía ella las persecuciones de ese régimen a determinados grupos sociales e ideológicos? En caso de que fuera así, ¿tuvo que denunciarlo o no? Si trabajó con el régimen lo hizo como artista o por proselitismo.?

    En todo caso,¿ es reprobable o es producto de la época,?

    En los últimos años conocemos de artistas que desde diversos paises se agrupan para poner manifestar su desaprobación al régimen nefasto de Venezuela, y sin embargo no conozco que se haga lo mismo contra Arabia Saudita. ¿Cuestión de dinero, de miedo, de qué? NO lo sé

    Quién realmente supo la razón de su trabajo con el Tercer Reich fue ella.

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  2. ¿todo lo ocurrido quita el valor estético a su obra?.
    No le quita ningún valor desde mi punto de vista. Ahora bien, y sigo diciendo lo que creo, desde el punto de vista de la moralidad podría ser, siempre que pudierasmos tener datos si ella conocía las leyes que reprimían y perseguían a grupos políticos y sociales.

    Porque si estamos a favor deque artistas se unan para denunciar determinados estados como el nefasto de Venezuela, ¿no estaría justificado que ella hubiera denunciado la situación política del Tercer Reich? Pero en ocasiones hay estados como el de Arabia que cuesta mucho perseguirlo por lo que puede ocasionar de beneficio o de problemas de persecución. Es complejo, pero el arte en sí, no es el culpable, en todo caso el objeto de su puesta pública.

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