
A veces la realidad se entrecruza con tu propia vida y parece que te quiere decir algo insistentemente. Me ha sorprendido una noticia en mi móvil con el fallecimiento de la cantante del grupo «Los Fresones Rebeldes», icono de la música divertida, inocente y sin mayor pretensión que pasarlo bien, de los 90. Este post va dedicado a ella, Inés Bayo. Pero también va entrelazado con algunos acontecimientos que han sucedido en mi vida en estos días, la constatación de que en la edad adulta la inocencia apenas tiene resquicio alguno para florecer. No es un post triste, la verdad que no, más bien nostálgico, agridulce, por lo que se perdió y nunca será, pero está ahí para siempre, por la huella indeleble que ha dejado….Como esta maravillosa canción…
Siempre he creído que, hasta en la más simple instrascendencia, se esconde algo más, sobre todo gente como los Fresones, que también pertenecen a mi generación, una parte de ella que creía que con el vitalismo, la alegría de vivir y las ganas de pasárselo bien, también era una forma de reinvidicación de lo hermosa que puede ser la vida, al margen de movidas intelectuales, dramas personales históricos y otras mierdas de ese tipo (ver el post «Huir del pasado»).
«Si el mundo se acaba, si el tiempo se agota, que lo que no hagamos ahora no cuente en la última hora…»
A vueltas otra vez con la puñetera Generación X, que cada día que pasa tengo la sensación de que ya hemos nacido perdidos. Las separaciones y divorcios, la era del Tinder, el vacío intergeneracional, la ola de mediocridad, las crisis económicas de los últimos años, la brecha digital, todo nos tiene superados, sin encontrar un puñetero lugar seguro en este mundo, tan pequeño y tan solitario a la vez. Buscando una felicidad tan falsa como un gato de escayola, tan inexistente como la sinceridad en este mundo del «First Dates».

«Si este mundo cruel te hiere, sabes que hay alguien que te quiere…»
Entreverado en ese espíritu juvenil y desenfadado, los Fresones hablaban de la desazón de la modernidad, de la soledad, con melodías pegadizas y absolutamente maravillosas. Y tras ese ramalazo existencial, creo firmemente que existen lugares en este mundo de falso oropel, escondidos entre muros de hormigón, remansos de paz y tranquilidad, que nos recuerdan que sí hubo otro mundo mejor, más límpido, más hermoso, más puro, menos falso. Tan sencillo como caminar por ese jardín de arriba, perdido entre avenidas de cemento en Madrid.
«Mi deseo más ferviente, es no serte indiferente, quiero mi cariño darte y mi vida consagrarte…»
Llega un momento en la vida de toda persona en que se encuentra en una encrucijada vital y existencial, y tiene que tomar una decisión, y no existen los mapas, ni los comodines del público, ni los guías, esa decisión la tiene que tomar cada uno, sin saber si el camino elegido llevará a buen puerto. Si en ese momento no se tiene una sólida estructura mental, la decisión será equivocada casi con toda seguridad. Una vez dijo Fernando Sánchez Dragó:
«Cuando tengas que elegir entre diferentes caminos, elige siempre el camino del corazón. Quien elige el camino del corazón nunca se equivoca»

Yo he tenido que tomar un camino en los últimos tiempos, me he perdido, me he caído, me he desesperado hasta la extenuación, he enfermado, y he estado tentado de tirar la toalla, pero aquí estoy, más fuerte mentalmente que nunca, sólo de nuevo, sabiendo el camino que tengo que seguir, sin desvíos, sin atajos, sin trampas, sin volver la vista atrás…No soy religioso, pero le pondré una vela a la inocencia fallecida y a la voz eterna de INÉS BAYO (descanse en paz), seguirás en el corazón de una generación de perdidos existenciales, y en mi palacio de la memoria.

Una cuestión muy simple: para ser una persona (un hombre en este caso) sencilla, es algo opuesto a usar la manipulación No se trata de una contradicción en la personalidad, sino algo opuesto desde la raíz. El atardecer y el amanecer pueden parecer contradictorios a la hora de verlos en una imagen y se puede dudar en si amanece o anochece; sin embargo, el día y la noche son opuestos.
Si se persigue ser sencillo, no cabe la manipulación de ninguna clase, no cabe en el pensamiento de alguien así.
En cuanto a lo de ser manipulador y pensar sólo en el placer sin consecuencias, no crees que es una actitud algo inmadura e infantil. Ellos, los niños, nunca tienen fronteras ni obstáculos a sus ansias. Mientras que los adultos somos conscientes que existen y que para saber vivir hay que renunciar a metas imposibles por pura incapacidad de la realidad de la vida humana y de los condicionantes.
El pasado no va a volver, el pasado es el “almacén” de donde sacamos la experiencia, las consecuencias, el aprendizaje que nos hace afrontar los problemas del presente. Estar constantemente en la nostalgia puede ser una atadura a superar, lo que nos ancla en la insatisfacción.
Quizá aspires a algo excesivo, algo que no se mantiene en el tiempo como ocurre con todo lo que es humano. La felicidad no es un estado de euforia total, constante, permanente en el tiempo; la felicidad está más cerca de la aceptación de eso que llamas ser sencillo a un estado de plenitud como puedes haber experimentado en estos pasados días.
Aunque sólo fuera por ley de probabilidades, es casi imposible que todas las mujeres que hayas conocido, conozcas o vaya s a conocer sean “malotas”. Alguna o algunas fueron, son o serán más auténticas. Y según has dejado vislumbrar, han sido muchas en tu vida. Pues “recupera” lo que sea recuperable y trata con respeto a quien se merezca ese trato, a no ser que de forma consciente y promediada, las excluyas. En ese caso, hagas lo que hagas (escribir este blog incluido) no te sirve de nada salvo que acudas a donde tengas que acudir.
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