Esperando a los «chungos»

Jamás hay que utilizar la violencia. Estoy (casi) convencido. No me considero una persona violenta, ni la he utilizado nunca, pero he sigo testigo de violencia, y no me incomoda, ni tampoco me asusta. Pero también sé que con un/a descerebrado/a, o un/a chungo/a, a veces no queda más remedio que tomar soluciones drásticas. Me temo que en los próximos meses voy a tener que tomar muchas decisiones drásticas.

Este post va de eso, de que no se puede ir por la vida de perroflauta pacifista, ni tampoco de skin. Tienes que hacer el bien a todo aquel que esté a tu alrededor, pero «que se lo merezca» de alguna manera. Pero amigo, al (o la) tocanarices o chungo que se cruce en tu vida, y te meta un dedo en el ojo, a ese hay que darle de su misma medicina. Hay límites que no se pueden tolerar el que seas rebasados por nadie. Desenfundemos la Thompson y saquemos brillo al bate de beisbol, preparados para recibir a los (as) chungos (as)…

Una maravilla del «macarra intelectual» de Morrisey

Hoy voy a contar la anécdota que más adoro de mi hermano, al que quiero con locura, aunque no nos lo digamos muy a menudo. Él es todo lo contrario a mí, simpático, extrovertido, socarrón, y lo quiere todo el mundo. Él de pequeño, y hasta que era joven, fue muy macarrilla, y su pandilla era la más macarrilla del pueblo. Una vez cuando estaba estudiando en el insituto (en la ciudad de la Peña), estaban haciendo autostop para volver a casa él y otro amigo suyo. Éste último había tenido un affair con una chica de dicho pueblo, y al novio de la chica como que no le hizo mucha gracia. Algún amigo del chico pasó y los vió haciendo autostop, y al rato se presentó una pandilla de 8 ó 10 amigos para ajustar cuentas. Mi hermano, viendo el percal, dió un paso adelante y les dijo a los del grupo muy serio (ellos sólo eran dos): «a éste le podéis hacer lo que queráis, pero a mí me tenéis que matar«. Los chicos se quedaron un poco en shock, ante tal comentario, y mi hermano continuó. «Es que yo soy cazador, y tengo escopeta en casa, y como me dejéis con un hilo de vida, volveré con la escopeta, y acabo con vosotros uno por uno». Tan serio lo tuvo que decir, que los chicos se volvieron muy conciliadores, y terminaron por irse, y no pasó nada de nada. Esta anécdota me la contó el chico que iba con él. Así es mi hermano, hoy día es un ejemplar padre de familia, y el mejor veterinario de Valencia. (HERMANO TE QUIERO MUCHO)

Los ingleses por lo general son bastante macarillas (yo mejor diría chusmilla), y cierta música es un reflejo de su estilo. De hecho uno de los mejores grupos de punk de la historia, los Sex Pixtols (que pelearon por el trono del punk con los americanos Ramones) son británicos. Ya han aparecido en este blog, y su cantante, Johnny Rotten, tiene una biografía, cuyo nombre es muy clarificador:

Pero luego en una entrevista desmonta un poco el mito al comentar: » Lo que digas tiene que ser relevante, tiene que ser emotivo y tiene que ser correcto. Sé cuáles son mis ambiciones y la precisión es una de ellas, pero nunca para herir a otros.» Tampoco es un descerebrado el Sr. Rotten. Creo que la ira y la rabia (como ya dije en otro post) son potentes herramientas energéticas, pero deben estar bien canalizadas, y sobre todo encauzadas.

Vuelvo a centrarme en lo que quería expresar con este post. En los últimos tiempos he vivido algún episodio muy desagradable, con un chungo, que en la puerta del piso donde vivo y trabajo, me insultó, amenazó e injurió. Esto había aparecido en otro post inicialmente, pero un mal consejo de una chunga me hizo quitarlo. Hoy vuelve a aparecer para quedarse. Nos vamos a ver pronto en la sede adecuada, y te prometo que te vas a acordar toda tu puñetera vida de aquel día, porque te equivocaste de momento y de persona. Hay dos cosas que no soporto en esta vida. La primera que me amenacen, y tú lo hiciste aquel día y gravemente, metiendo a mis hijos por medio, y te vas a arrepentir toda tu PUTA VIDA. Y para que quede constancia, si me pasa algo a mí, lo más mínimo, o a mi coche, o a mis hijos, te va a faltar mundo para esconderte (dejo aquí sus siglas como seguro de vida F.J.R.C). A los perros rabiosos hay que meterle una bala entre ceja y ceja, muerto el perro se acabó la rabia (pero no te equivoques, que esto es una licencia poética, sabrás tu lo que és).

Atticus Finch matando al perro rabioso del pueblo

Pero detrás de la marioneta de Pinocho, hay cerebros en la sombra, colaboradores necesarios.

Cuando llegue el momento adecuado, cada cual tendrá que pasar por la instancia correspondiente, dar la cara, y explicaciones por las mentiras, infundios y barbaridades. Yo estaré tranquilamente sentado contemplando la escena desde el otro banco. Dando la cara, aunque sea para que me la partan, hasta para eso hay que ser valiente.

Y después de lo dicho. DETESTO LAS GUERRAS, ESPECIALMENTE LA DE GUERRILLAS, NO LAS EMPIEZO NUNCA, PERO SI ME DISPARAN ESTOY DISPUESTO A LLEGAR HASTA EL FINAL, GUERRA TOTAL, HASTA QUE EL DESTINO NOS ALCANCE

A tí no te espero para nada, sólo recuerda que tienes lo que te mereces