Malotas

Veronica Lake / Kim Bassinger (como Veronica Lake)

«Me gustan las mujeres rubias, duras, suaves y llenas de pecados» (Raymond Chandler). Hoy voy a dar un giro de 180 grados tras mi post de ayer, que ciertamente tenía un cierto tufo homofilo (pensarán las mentes adviesas que me espían desde la oscuridad), así que hoy todo será glamour, melenas largas, piernas infinitas y lenguas viperinas, y un emocionadísimo canto a la feminidad en el cine, pero la que cuenta con un punto macarra y puñetero, porque sí, lo reconozco, me gustan malotas, aunque en esa guerra siempre termino perdiendo yo, que soy en el fondo más sensible que el culito de mimosín. Miremos atrás pues, porque en esta cuestión, cualquier tiempo pasado fue infinitamente mejor.

Hay más de mujer real en Jessica Rabbit que en el 99% de actrices actuales de carne y hueso

Yo que soy muuu de pueblo, y siempre me he enorgullecido de ello, tengo una forma peculiar de expresarme, ya que el termino del título del post es más macarra, la definición correcta sería «femme fatale» (que parece que todo lo que viene de Francia es glamuroso, y estupendo, pero también le pegaron fuego con una colilla a Notre Dame en la hora del cigarro, así que no se las den de guays). Como ven siempre haciendo amigos por donde voy. Pero volvamos al tema en cuestión, la definición de Mujer fatal es un arquetipo de personaje, en general una villana, que usa la sexualidad (más o menos explícita), para hacer que el heroe babee ante sus medias de rejilla (o algo así).

La voz de Cassandra es más sugerente que la apertura de piernas de Atracción Fatal

Hoy voy a hacer un enorme esfuerzo de contención dispersoria, y despacharé el hecho de que el papel de la mujer fatal arranca en los albores de la historia, mitología y religión (la Diosa Isthar, Dalila, Salomé, Medea, Lady Macbeth, etc…). Las mujeres que se hayan dentro de mi galería de mujeres fatales arrancan en los primeros decenios del siglo XX, con el desarrollo del cine, fundamentalmente el cine negro que tuvo su auge en los años 30 a 50 del siglo pasado, en su etapa más clásica.

Ava Gardner / The killers (1946)

El cine negro está protagonizado por hombres con vidas corrientes que eran seducidos en ocasiones, por femmes fatales. Estas mujeres son manipuladoras, farsantes, mortíferas al primer beso, y en definitiva, arrojan al héroe hacia un desolado callejón sin salida​. En cualquier caso, será la femme fatale la que tome la iniciativa del relato a pesar de que sea el personaje masculino el protagonista.

Rita Hayworth / Gilda (1946)

Se ha comparado el prototipo de mujer fatal del cine negro, con la del género screwball comedy (p.e.: La fiera de mi niña). En ambos géneros los personajes femeninos utilizan su belleza como arma y manejan a su voluntad al personaje masculino.

Fascinante comedia de 1938, que no ha perdido un ápice de su frescura

Las mujeres fatales muestran su feminidad entre otras cosas, con el pelo y su movimiento. Ese movimiento de pelo ondulado se ha comparado con las aguas turbulentas del mar que auguran una posible tormenta (en la mayoría de los casos para el protagonista masculino). Un ejemplo claro de ello es el personaje de Phyllis Dietrichson en Perdición

Barbara Stanwick / Double Indemnity (1944)

Pero la historia más fascinante sobre el pelo de una actriz y el cine, se produjo durante el desarrollo de la segunda guerra mundial. El cine era el único referente gráfico de la sociedad norteamericana de la época, y una moda peligrosa hizo intervenir hasta el mismísimos departamento de guerra de los EEUU.

Verónica Lake

De una belleza animal, nacida en Brooklyn fue descubierta por un productor a finales de los años 30, se hizo muy famosa en el periodo de guerra, ya que los soldados llevaban fotos suyas en sus carteras, pero lo más grave fue que las jóvenes americanas, conocedoras de los gustos masculinos, adoptaron en masa el peinado de Veronica que le tapaba un lado de la cara. En aquella época en que los hombres estaban en el frente, ellas eran las encargadas de la producción industrial, pero dicho peinado, que tapaba la visión de un ojo, provocó muchos y graves accidentes entre las trabajadoras, por lo que el departamento de guerra solicitó ayuda a la Paramount para que estos peinados fueran desterrados de sus actrices, que a su vez eran modelos para las mujeres jóvenes. Con un centenar de estas mujeres sueltas, Hitler hubiera ganado la guerra sin pegar un tiro.

Fascinante Veronica

A pesar de lo dicho, la popularidad de Verónica decreció tras la guerra, por su carácter difícil y complicado, sin que protagonizara ningún clásico de cine negro.

Lana Turner / El cartero siempre llama dos veces (1946)

Esta película tuvo un remake en los años 80, donde aparece una sexualidad más explícita, y la pareja de actores pues ni de lejos llega a esta fantástica pareja.

Gloria Swanson / El crepúsculo de los dioses (1950)

El final de las femmes fatales está marcado por su propia muerte derivada de un amor irracional. De hecho, sólo el amor – sobre todo si es desmesurado e irracional – puede explicar el significado profundo de los enigmáticos finales, más allá de la curiosidad que las protagonistas puedan demostrar por otra feminidad. Los últimos gestos de estas vamps o femmes fatales se rigen por la irracionalidad de la pasión.

Lauren Bacall / El sueño eterno (1946)
Lee Remick / Anatomía de un asesinato (1959)

Vampiresa: es el término con el cual se designa en España a la mujer fatal o mujer que aprovecha su capacidad de seducción amorosa para lucrarse a costa de aquellos a quienes seduce.

Esta mujer la voy a incluir por su fascinante belleza, una de las más bellas de la historia del cine. La película no viene al cuento en cuanto a género de cine negro, pero el título es muy explícito, y que cada cual se lo tome como quiera.

Kim Novak / Me enamoré de una bruja (1958)

Me he dejado muchas cosas en el tintero, soy consciente de ello, no he incluido ninguna película posterior a los 80 (salvo la referencia a la versión de El cartero siempre llama dos veces de los años 80). La elipsis tiene su mala idea, ya que al cambiar la política de los estudios, morir el cine clásico, murió también una forma de interpretarse estos personajes, y que me perdonen las actrices posteriores, que no le han llegado a la altura del betún a ninguna de las mencionadas. Tan sólo voy a hacer dos honrosas excepciones.

(1994)
La última seducción

Rompiendo el canon de belleza rubia, en este caso es morena, pero sólo por la escena de más arriba del bar, que al entrar comenta sin despeinarse «a quién hay que hacerle una mamada aquí para que te pongan un copa».

La última sugerencia ya aparecía al comienzo de este post, es la foto de Veronica Lake y la actriz Kim Bassinger que le da vida en la excepcional película L.A.CONFIDENTIAL (1997). Un clásico en toda regla con todos los clichés del género, aderezado de corrupción, violencia, sensualidad, brutalidad y un elenco de actores irrepetible. Basado en el libro de James Ellroy.

Siento decir que algunos tiempos si fueron mejores, no soy optimista en muchas cosas, pero en el caso del cine, lo que queda hoy en día son los escombros digitales del arte que una vez fue, como el ténue perfume de una malota enfundada en un vestido de seda negra, con una cigarrillo en los dedos y ojos de felina a través de una melena ondulada.

El fin de la inocencia

5 respuestas a «Malotas»

  1. Quizá te hubiera quedado redondo si en lugar de mencianar el amor hubieras mencionado vocablos como deseo sexual, pasión, anhelo, apetencia sexual, ansia, apetito,,, pero ¿amor?

    El amor no está presente en esos personajes para nada. Es más bien todo lo contrario, es denigrar al otro convirtiéndolo en mero objeto. Y eso, chico, eso no es ni será NUNCA amor.

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    1. De nuevo querida ¿Ilsa? intuyo la persona que se haya detrás. En aquellos años del cine de los años 30 y 40 la autocensura de la moralista sociedad norteamericana no permitía más licencias, veáse el ejemplo de las 2 versiones del Cartero siempre llama dos veces, que son hijas del tiempo en el que se hicieron, y en la versión de los años 80 hay sexo explícito. Olvida usted que eran mujeres, con la afectividad mucho más desarrollada que los hombres, en las que convivía una dualidad de deseo y amor. No estoy tan de acuerdo, al final su pasión insana era la causa de su perdición. Y como siempre gracias por su aportación.

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  2. Querido Howard Roack,lamento no intuir nada de nada. No sé quien eres y no creo conocerte ¿Y tú a mi si? ¡ Que interesante! Hasta puede que lo digas porque me conozcas. Y he revisado mi reservorio de amigos y amigas y conocidos y familiares y …hasta ¡¡¡allegados!!! y nada, no creo que te hayas cruzado nunca en mi vida.

    Mira que puedes estar creandote falsas posibilidades y como suele ocurrir, «matar a quien no es» y que esa persona sufra las consecuencias de alguna equiovocación absurda. Porque personas con ideas parecidas, mira que las hay en todo el orbe mundial.

    Y bueno no te enfades, pero el amor suele tener otras características más cercanas a la comprensión, a la empatía al perdón, al apoyo,al…. que las relaciones entre esas mujeres tipo con otros hombres tipo.

    Pero vamos que son, como bien dices, tópicos o prototipos de determinadas épocas en Hollywood.

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    1. Queridisima Ilsa, creo que llevas razón, no te conozco de nada, has utilizado una palabra que no se usa en España, reservorio, y he caído en mi lamentable error. Mis disculpas sin fin para ti, y gracias por tus agudos comentarios,.

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