
El mecanismo más complejo y uno de los más desconocidos, soñar, pero no sólo es patrimonio único del ser humano, también los animales sueñan (al menos los mamíferos). Es un lugar en el que todos habitamos durante una buena parte de nuestra existencia, donde algunos quisieran vivir a tiempo completo, y al que acuden de forma artificial aquellos a los que les pesa tanto la jodida cotidianeidad (joder lo he escrito de una vez y sin equivocarme), como si al resto no nos costara salir de ese INABARCABLE UNIVERSO.
A veces el origen de un post, es sólo una imagen, un recuerdo, una canción o una frase, hoy ha sido el inmenso Rick Deckard, el que perturbó nuestros sueños de lesa humanidad, allá por el año 1982, traslandonos a un futuro/pasado 2019, que no se parece en muchos aspectos al nuestro, pero por eso siempre nos quedará esa hermosa/terrible babilonia llamada BLADE RUNNER….
Oh, mi vida está cambiando todos los días
De todas las formas posibles
Y oh, mis sueños
Nunca son lo que parecen
Porque eres un sueño para mí
sueña para mi
Dolores O´Riordan una pequeñita/inmensa irlandesa que nació el mismo año que yo, y nos dejó un año antes del año en que se desarrollaba Blade Runner.
Y como decía el otro los caminos del señor son inescrutables, voy dando vueltas de aquí para allá como en un mal sueño de alcohol y barbitúricos, y no termino de centrarme. A veces no quiero hacer los post demasiado técnicos ni especializados, quiero que cualquiera que los lea pueda sacar algo de ellos. El origen de este es la fabulosa película Blade Runner, estrenada en cines en 1982, que fue un rotundo fracaso, y que luego el video convirtió en un clásico de la ciencia ficción, a la altura de «2001 una odisea del espacio», «Alien el octavo pasajero» (del mismo director que Blade Runner), o Mad Max.
Hay cientos de páginas donde se analiza al milímetro esta película, que basicamente habla sobre lo que nos hace humanos, independientemente del material del que estemos hecho. La humanidad es un coctel de sueños, recuerdos, anhelos, miedo, esperanza, deseo, dolor y muerte. Tan jodidamente especiales nos creemos para pensar que otros organismos, naturales o artificiales, no puede atesorar todo esa panoplia de elementos?
Pero la película es también un relato noir de un policía/detective, que pasea sus miserias y anhelos por un futuro distópico, oscuro, húmedo, innumanizado, cazando a unos seres que quieren ser humanos, y a la misma vez él dudando de su propia humanidad (paja mental sorry). Pero atesora en su banda sonora maravillas como esta.
Y con una fascinante galería de personajes…








En el año 2017 se estrenó una segunda parte, ambientada en el año 2049, la película se deja ver, es fascinante visualmente pero no tiene alma (mira igualito que nuestro presidente, zas en toda la boca).

La novela en la que se basa la primera película se titula «Sueñan los androides con ovejas eléctricas», y fue escrita en 1968 por un marciano caido a la tierra, Philip K. Dick.

El mensaje que subyace en toda la película es bastante claro: la humanidad no reside en un espíritu inmaterial, sino en la inteligencia. Una computadora (o un robot humanoide) podrían ser tan humanos como nosotros.
Una vez leí que el acto de sentarse en un cine a ver una película, es el más parecido de todos a soñar. Estamos a solas en la oscuridad, y ante nosotros se despliegan mil historias, como en nuestros sueños. Este mecanismo no ocurre con el teatro, ya que la existencia real de los actores, rompe con ese mecanismo de la ensoñación, donde vemos imágenes de mil tipos distintas, y no personas de carne y hueso ante nosotros (que se jodan los del teatro, nunca le he tenido ningún cariño la verdad). No sé si llevará 2000 años de decadencia, a mí la verdad me importa un pimiento.
“Yo sueño que estoy aquí
de estas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.”
Y yo ya no tengo sueños, el paso del tiempo ha secado ese pozo de mi alma, por eso paseo mis tristes recuerdos/cadenas por los pasillos de este inmenso y silencioso palacio de mi memoria, recorriendo habitaciones cerradas, cargadas de ilusiones vanas, de canciones olvidadas, de retratos que sólo atesoran el polvo del olvido. Nunca soñé con un futuro mejor, por eso me refugio entre estos muros de la memoria, dejando que el mundo ahí fuera se desmorone como un castillo que las arenas del tiempo borrarán para siempre…
