
Recogida en los bestiarios mitológicos medievales como una práctica de caza especial, para tan extraordinario animal, consistía en colocar una púber y tierna doncella como cebo, y al acercarse el animal era cazado (angelitos, hoy con poner un radiocasete a toda pastilla con reggaeton ininterrumpidamente te cargarías toda la flora y la fauna en 10 kilómetros).
En esta nuestra historia, en la que cualquier parecido con la realidad es más auténtico que el flequillo del presidente valenciano, vuelve a aparecer la Srta. B, uno de los personajes de la entrada Drinking en AL, y seguimos su atribulada búsqueda de unicornios / parejas ideales, trasunto del viaje de Alicia en el país de las maravillas, en un mundo lleno de quimeras, modelnos de discoteca, maduritos pagados de si mismos, moteros cargados de arrugas y experiencias vitales, argentinos engolados, surferos del norte, y otra fauna postocovidtinderiana…

La imagen que le devuelve el espejo cada mañana cuando se mira en él es su propia condena y perdición, porque arrastra muy a su pesar una cohorte de babosos, buitres, lobos esteparios y demás fauna…
La joía es guapa hasta cuando moquea, y tiene una personalidad arrolladora y divertida, pero también es un alma herida, asaeteada por las flechas de la mentira, el desengaño y el amor. Con su cándido corazón de chica de provincias, un día no tuvo más remedio que cruzar el espejo de las apps de citas, y lo que se encontró allí puso patas arriba todas sus estructurales mentales, conejos/tipos locos como cencerros, sombrereros / moteros locos vende humos, musculitos, almaheridas, toda una fauna difícil de lidiar con estructuras mentales de chica bien.

Pero en su candidez desconocía que ese mundo de trastornados absolutos, tiene reglas, y códigos no escritos, nada es lo que parece, nadie es quien dice ser, todo es relativo, nada es absoluto, ese mundo de más allá del cristal líquido de las apps, es muy real y peligroso, todo el mundo dispara con dardos que dañan y hacen sangrar, y todos debemos ir armados y preparados, porque tras cualquier esquina te encuentras a un unicorni@ negr@ que te arranca el alma con su cuerno (que me lo pregunten a mí).
Nuestra particular Alicia digital tuvo el primer tropiezo en Graná (mira que me gusta a mí Graná, por muchos motivos, verdad reina egipcia?). Los unicornios indecisos que no saben si vienen o si van, no puedes alimentarlos en mano, al final te terminan mordiendo, no saben ni siquiera que la mano que los alimenta, es lo más hermoso que van a encontrar. Esos apartarlos a patadas.
En la cuna de la horterez cutre mediterránea (Andreíta comete el pollo), un unicornio surfero del norte con más músculos y jeta que neuronas, le dio una buena cornada (metafórica/real). Un buen rato sólo, pero más mentiroso que un cura jugando al mus.
Nuestra tierna buscadora de unicornios encontró uno argentino (el problema de Argentina son los argentinos, un argentino dixit), menudo coñazo de criatura, cargante, engolado, nuevaera, profundo de frasecita hasta decir basta, pero más fácil de espantar que a un moscardón.

Y nuestra atribulada B, un día se encontró tras una rotonda en tierra de tomates raff y bulería bulería, a un hombre de pelo en pecho, caballo metálico y blandito por dentro como Snoopy, babosillo, interesandote, lleno de detallitos que si pero no, pero en el fondo otro intrascendente que ni come ni deja comer, y que no se sale de las apps ni a patadas, y otra cornadita cariñosa que le dio el unicornio motorizado (ya te he dicho 30 veces que no me gustan los sevillanos, de origen o adoptados).

Pero hermosa B, por muy poetillas y sensibleros que parezcan, esos unicornios también cornean, aunque sean suavemente, y su canto sólo quiero conducirte a su imperio de sabanas y sudor (estos son los más peligrosos, porque no los ves venir, y esos unicornios que ya le han dado la vuelta al jamón de la vida, no se le olvidan las gomitas, que noooooooo), y al final como dice nuestro trovador preferido de tierras sevillanas…
También encontró algún unicornio con costrilla de poeta urbano, fusilando letras de canciones guays y modelnillas (que por cojones tienen que meter la palabra follar, pero como diciendo estoy de vuelta de todo). Pero criatura si copias, copia con gracia, copia algo que merezca la pena, y dale una vueltecilla, tu vueltecilla.
Y casi cuando empezaba a caminar (no te queda nada criatura…), y tras un tropiezo tras otro, se sentó llorando cansada y hastiada, iluminada su tez de porcelana por los últimos rayos del día. Y en sus cavilaciones recordó lo que un gato viejo loco y vagabundo le había dicho un día «La fábula del eterno retorno se refiere a un concepto circular de los acontecimientos de la vida. La historia de cada uno de nosotros no sería lineal, sino cíclica. Una vez cumplido un ciclo de hechos, estos vuelven a ocurrir con otras circunstancias, pero siendo, básicamente, semejantes.»
Que el hartazgo y la melancolía no te aparten del camino, los unicornios NO existen, son gilipollas disfrazados de muchas cosas. El SEXO es sexo, y es una manera de comunicarnos y relacionarnos con los demás. Encuéntrate, encuentra tu camino, y nunca mires atrás, ni para lo bueno ni para lo malo, y si quieres matar unicornios búscame, los lobos esteparios nunca agachamos la mirada ante nada, y podemos vivir toda la vida solos persiguiendo nuestro destino, no necesitamos que nadie nos acompañe.
Y AL FINAL TU, LA DAMA DEL UNICORNIO, BELLA, TIERNA Y DIVERTIDA, DESEANDO AMAR Y SER AMADA (como todos corazón), QUE NADA EMPAÑE LA VERDAD DE TU ALMA, QUE NADA HUMEDEZCA TUS OJOS, QUE NADA NI NADIE TE APARTEN DE TU CAMINO, TU YA ERES GRANDE.
