
Desgraciadamente existen y son muy reales (asesino de chipre). Pero el cine y la televisión llevan décadas jugando esta mano ganadora, ya que estamos cautivados por la naturaleza del mal, algo en nosotros primigenio y ancestral que nos arrastra a ellos, ya que la iconografía visual nos los ha dibujado como misteriorosos, inteligentes, seductores, cultos, como ángeles de alas negras ocultos entre la humanidad. Pero tristemente la realidad es más cruel y descarnada, y no voy a entrar en ello, sólo hace falta darse una vuelta por internet y terminar asqueada con los casos de los reales psicópatas que están entre nosotros. También hay pues una habitación en el palacio de mi memoria para ellos.
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