Antártida

No es una foto típica de la Antártida, como nada de lo que sucede en mi vida. Desgraciadamente, en los últimos días esta parte del mundo es noticia por el récord de temperatura alcanzado, 20º C, pero teniendo en cuenta que ahora mismo es el verano austral, época donde las temperaturas son más altas. (dejo un enlace para quien quiera más información al respecto).

Pero no va a ser un post ecologista, ni científico, va a ser un mix de cosas que considero interesantes. Durante muchos años se considero a la Antártida como la última frontera en nuestro mundo, ya que fue el último continente en ser descubierto, concretamente la llegada al polo sur se produjo en 1911, en una carrera épica entre el noruego Roald Admunsen y el británico John Falcon Scott, que sobrepasa a cualquier libro de ficción. Pero hoy posaré mi peculiar mirada sobre ese paraíso helado. Estáis todos invitados….

Están aquí por el título de la canción, no son santo de mi devoción

La obsesión por este continente me viene a través de Irlanda (otra vez el pesaooo éste, coño). Ya que los irlandeses tuvieron mucho peso en dicho proceso en la «edad heróica» de la exploración antártica (finales del siglo XIX hasta los años 20 del siglo XX), ya que Irlanda pertenecía al imperio británico (brexit que te quiero brexit), y participaron activamente en las exploraciones que Gran Bretaña emprendió en ese periodo. De hecho uno de los más famosos exploradores era de origen irlandés, Ernest Shackleton, y ha hablé de él en otro post.

Pero fundamentalmente el cine y la literatura se han ocupado en multitud de ocasiones de este bello y desconocido continente.

No es verdad que no quiero querer más
Guardo el mar en un bote de aguarrás
Cúrame con tus dedosLlévame a tu lado
A mi lado
Ya no estás

Aquí hay trampa claro, los esquimales viven el Polo Norte, pero también hace mucho frío!!!

Dejo una selección de novelas que tratan los viajes a este continente:


Samuel Taylor Coleridge (1799) otro viaje antes del propio descubrimiento
Emilio Salgari (1895) todavía no se había llegado al polo Sur
H.P. Lovecraft (1931) sobre una expedición a la Antártida con final terrorífico
Javier Marías (1972) aportación española al tema de los viajes a la Antártida
Iliya Trojanow (2011) novela con gran componente ecológico
Uno de los himnos de la «movida», aparece Groenlandia que no está al sur, está al norte, pero nadie es perfecto…

El cine también ha llevado su magia a este continente, 3 ejemplos estupendos y un fake:

Película de 1982, clásico del cine, remake del Enigma de otro mundo (1951)
Película precuela del clásico de ciencia ficción «La cosa», narra los acontecimientos previos (2011)
Película completa sobre la aventura de Shackleton (2002) (ver más arriba)
Pelicula sobre el problema de la «nieve» y el drama de la drogadicción

Siento ir saltando de un tema a otro, pero así soy yo para quien me conozca… Y ahora una maravilla que ya prometí en otro post...

Solos, cerrados por dentro
Y fuera están los otros.

Vasijas de cables,
Escudos de antenas,
Perdidos en la nieve,
Iglús sin primavera.

Tu fe nuclear
Salvó tantas vidas,
Elige a quien atacas
Ciudadano del mundo,
Escucha a dios en el metro,
Cuidad vuestros alimentos,
Vigila las puertas
De tu cerebro de acero.

Y esperamos conectados
La explosión definitiva,
La que apague las pantallas,
La que apague nuestras vidas.

La incomunicación que nos rodea, donde construimos palacios de hielo que nos aislen del mundo, donde repetir las consignas que nos han enseñado como mantras, donde nuestra ventana de la caverna es una pantalla (una de tantas de las que nos rodean), desde donde contemplaremos el fin de todo aquello que conocemos, sin darnos cuenta que nuestro fin como civilización ya se ha producido, soledad, frialdad, desconexión con el mundo….

“Dios nos ha abandonado…estoy perdido en un inmenso infierno de hielo sin fín, a más de mil millas de la civilización… Estoy tan agotado que apenas puedo moverme, aunque llevo tres noches sin dormir…Tengo que hacer enormes esfuerzos para recordar que día es hoy…Algún día de Marzo del año del Señor de 1912…He decidido dedicar mis últimas horas de vida a dejar por escrito mi amarga situación…Las manos me duelen como si tuviera clavados puñales, y apenas puedo escribir…La desesperación provocada por un desengaño amoroso, y mi innato impulso autodestructivo, me llevaron a contestar a un absurdo anuncio en prensa, y me embarqué en una aventura imposible rumbo a los confines del mundo conocido, siguiendo a un puñado de locos iluminados en pos de fama y fortuna …Paso gran parte del tiempo a oscuras porque sólo me queda un poco de petroleo en la lámpara, que sólo enciendo para escribir…En esta blanca oscuridad me asaltan recuerdos de mi lejana tierra, del color esmeralda de sus prados, de sus acantilados, de su melancólica música, de la rudeza de los hombres, de la belleza de sus mujeres, qué lejos quedó atrás todo mi mundo, mi pequeña y hermosa isla…Todos mis compañeros han muerto ya, pero hemos llegado más allá de lo que ningún ser humano ni tan siquiera pudo imaginar, y hemos encontrado la nada absoluta. Una nada infinitamente gélida, blanca como la eternidad y cortante como una daga, que traspasa hasta el último poro de tu cuerpo y se te clava en el alma desgarrándote por dentro…¿Merece la pena todo este horrible sufrimiento por ver nuestro nombre en letras doradas en el libro de la historia?…He tenido que llegar hasta aquí para darme cuenta que ya estaba muerto antes de partir, que mi corazón se había congelado hacía mucho tiempo, tanto que ya ni recuerdo…Ríos de lava helada atraviesan mis venas hasta mi corazón inerte…”

Microrrelato del escritor que nunca fuí ni seré, sobre desesperación, vacío existencial, y soledad gélida de la que mata y aniquila el alma.

3 respuestas a «Antártida»

  1. Un magnífico y peculiar tributo para todos aquellos exploradores que fueron capaces de renunciar a todo cuanto les proporcionaba una vida plácida para abrir al mundo nuevas frontreras y más campos de libertad.

    Y se me ocurre, tras analizar el contenido y sobre todo el relato que aparece al final, y que sirve ( al menos yo lo veo así) como un compendio de lo que sintieron todos ellos en alguna ocasión que hemos de apredner de ellos su valentía ante los retos que se propusieorn de forma altruista y en ocasiones pagaron con su vida sin más objetivo y horizonte que el descubrimiento en sí . Y por ello abandonar la obsesión de esta sociedad o parte de ella de alojarse en el drama y llorar por ese drama y de romper los estereotipos.

    Parece difícil, casi imposible pero no, se puede desvanecer esa capa de hielo que nos hacen poner o ponemos. Es solo cuestión de responder a las preguntas, de hablar cuando nos hablan y no de «amar el drama» y quedarnos en él.

    Este mismo blor es un ejemplo de ello, del poder de la comunicación entre personas en todo el mundo. Tú has mostrado el mapa y el camino.

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    1. Gracias querida lectora, pero creo que el camino ta estaba ahí, yo solo lo he desbrozado. Quiero pensar que otra forma de ver la vida es posible, de rescatar a los que nos precedieron y que, en muchísimas ocasiones, son mejores que nosotros. Viva la inteligencia y el buen gusto, muera la mediocridad.

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